Interpretación
alterna
Según
algunos autores, estos objetos representan aviones modernos de mediados del
siglo XX, inexistentes en aquella época. De hecho, según estos escritores, esta
interpretación está más cerca del significado de estas figuras, pues las
características —alas, alerones, colas y timones— son más propias de los
aviones que de los animales. Uno de los artefactos tiene también una especie de
hélice en la nariz, tal como la que existe en los aviones monomotor. Algunos
también tienen algo parecido a cabinas pequeñas.
En
1996, los alemanes Peter Belting y Conrad Lubbers crearon modelos simplificados
a escala de algunos de estos objetos (los que tienen forma más aerodinámica), y
comprobaron que sus modelos radio-controlados podían volar.1 Sin
embargo, en 2013 la revista El Ojo Crítico que
dirige Manuel Carballal publicó un artículo sobre los
"aviones precolombinos" en el que el investigador Antonio Luis Moyano
rastrea su origen. Al parecer, el famoso "avión precolombino"
respondería a una réplica "versionada" por un joyero de Philadelphia
y que cayó en manos de Ivan T.
Sanderson.
Críticos
de la interpretación de estos artefactos como aviones modernos argumentan que
la cultura pre-colombina en América del sur no tenía el conocimiento ni la
tecnología para manufacturar aviones. Entre los puntos que se argumentan se
encuentran los siguientes:
·
Los artefactos de metal que estas culturas crearon
generalmente eran ornamentales u objetos pequeños prácticos como cuchillos.
·
Para construir un avión moderno se necesitan
láminas de metal, tornillos, y herramientas de soldadura, entre otros, los
cuales no existían en la época de estos artefactos.
·
Considerando que el acero era desconocido en la
época de estos artefactos, el bronce no es un buen material para construir
aviones.
·
El motor de combustión interna y el combustible
todavía no existían.
·
No se han encontrado pistas de aterrizaje para los
aviones.
·
Cuando se comparan los artefactos con otros
artefactos semejantes de la época, la mayoría han sido identificados como peces
e insectos. Los pocos que no se han podido identificar positivamente con un animal
en específico no forman un número suficientemente grande de la población de
artefactos para extrapolar conclusiones estadísticamente significativas.